[Teatro] Una familia muy normal: El Premio, de Facundo Cardosi y Martín Mir
Por Bettina Girotti
Desde que las instituciones aparecieron en la historia de la humanidad, los límites entre estas y quienes las dirigen, ya sea accidental o intencionalmente, han sido borrosos. Algunas veces, esta indefinición ha llevado a la confusión hasta en el círculo más íntimo, la familia. Esta superposición hombre-institución será el punto de partida de El Premio, del grupo Desvelados por Antonio dirigida por Facundo Cardosi y Martín Mir.
El Club Social y Deportivo General Sogueiras es parte de la vida de los Angelucci desde hace tantos años que hasta podría ser considerado un miembro más de la familia: Hugo (a quien Mir presta su voz), el padre, lleva medio siglo al frente de este establecimiento y el mando parece haber devenido en una suerte de relación simbiótica. En el comedor, los trofeos han sustituido las fotos y recuerdos familiares, con la excepción de Nino Bravo. Sus hijas Sonia (Pellicani), René (Gómez Vaccaro) y Berta (Nicola) se preparan para la gran noche: finalmente su padre será debidamente homenajeado por sus años de sacrificio y entrega. Y cómo no podía ser de otro modo, al regreso del merecido festejo, el freezer los aguarda con una botella para el brindis.
El argumento, a primera vista, parecería enmarcarse dentro de las llamadas “historias mínimas”. Decimos parece y apelamos al condicional porque estos personajes no resisten la pequeñez de las anécdotas y terminarán transformando su historia en un relato extraordinario: la armonía familiar, atravesada por la ansiedad de los preparativos para el festejo, será interrumpida por una sorpresiva llamada, que hará que el absurdo tome posesión de esta familia. Y, cuando parece que el panorama no puede volverse más desolador, un nuevo suceso revierte esta situación, descolocando nuevamente a los espectadores.
La casa, prácticamente implantada en el espacio, se abre para mostrarnos la intimidad de los Angelucci. Pero la apertura no es total y sólo se nos permitirá ver el comedor y el patio, el interior “más externo” de cualquier casa, negando a los espectadores aquello que suceda en el corazón del hogar, y permitiendo, de esta forma, que nos sorprendan una y otra vez al jugar con los límites entre lo posible y lo probable.
El Premio, a través de estas tres hermanas fuera de lo común, interpretadas por Pellicani, Góméz Vaccaro y Nicola, instala en el escenario del Machado Teatro una propuesta capaz de generar sorpresas y risas constantes.