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[Teatro] Un llamado a la aventura: El pibe del ampli, de Manu Mansilla

Por Bettina Girotti

Todas las grandes tradiciones, mitologías y religiones abundan en relatos sobre individuos –futuros héroes y heroínas- que se alejan de su hogar para emprender un viaje. No es un viaje cualquiera, sino que deberán cumplir una gran tarea y, una vez completo, se habrán transformado en adulto. Hay quienes han ahondado en estos relatos descubriendo que detrás de todos ellos existe, en realidad, una misma historia que a lo largo de los siglos, se viene contando en diferentes idiomas y culturas. Una historia que llega hasta el día de hoy y que Manu Mansilla, con dirección de Sergio Mercurio, nos relata en El pibe del ampli, poniéndose en los pantalones de un chico que está a punto de emprender este viaje.

Como si fuese un juglar del siglo XXI, vistiendo gorra y campera roja y cargando un amplificador y una guitarra, este pibe se detiene ante nosotros: esta a la espera de su amigo, nos dice. Esa espera, será el momento perfecto para contarnos su historia. Y claro, lo hará con los elementos que tiene al alcance de la mano, literalmente. Así, el amplificador se transforma en un retablo sobre el cual construirá su barrio, mostrándonos sus edificios, sus habitantes, los cambios que fue sufriendo… aquel amplificador condensa su pequeño gran mundo. Y como juglar que es, también hará uso de su guitarra.

Todo aquello que está en escena es reversible, es susceptible de transformación. De repente, el amplificador muta en un escenario, su barrio es a la vez tierra sumeria, su casa y la de sus vecinos, la torre de babel y una pieza de ajedrez llega a convertirse en un rey. Se superponen aquí, la historia de este chico con relatos fundacionales de la humanidad. Él mismo se transforma al prestar su cuerpo a todas aquellas personas que han dejado una huella en él y que han sido parte de la gestación de su viaje: su mejor amigo, su madre, la “viejita”, que le regala aquella guitarra que lo acompaña, un viejo vecino que vive rodeado de palomas y que astutamente le regala un libro que lo abrirá al mundo y, finalmente, su propia abuela que sufre desconsolada con su partida.

En este relato confluyen una serie de anécdotas aparentemente dispares e inconexas que se irán hilvanando por el impacto que generaron en este chico y que lo colocarán al borde del viaje. Lo que El pibe del ampli quiere contar, se vuelve escurridizo para ponerlo sólo en palabras por lo que Mansilla despliega en escena diferentes técnicas, desenvolviéndose como un hombre orquesta y combinando teatro de objetos, música en vivo, actuación y narración oral. Como cierre (¿provisorio quizás?) de su historia y antes de emprender definitivamente su propio viaje, deja flotando en escena una fábula sobre la libertad, aquella que su viejo vecino le regaló, aquella que lo llama a la aventura.
Ficha artístico-técnica
Actúan: Manuel Mansilla
Dirección: Sergio Mercurio
Entrada general $70
El pibe del ampli se presenta en Galpón Diablomundo, Alte. Brown 3589 (Temperley), el viernes 7/11 a las 21 hs.



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